Cómo elegir el suelo adecuado para una reforma: tipos de revestimientos

Si seguís el blog desde hace tiempo, ya sabéis que en los últimos meses y aprovechando la reforma integral de mi propia casa, he hecho una serie de post sobre “cómo hacer una reforma y no morir en el intento”.

En ellos os he hablado desde cómo elegir una vivienda para reformar, cómo calcular el precio de de una reforma o de distintas formas de ahorrar energía en tu hogar.

Pero hoy quiero ir a una parte mucho más estética pero no por ello menos importante: el suelo. En todas mis obras, el momento de elegir el suelo siempre es un momento determinante, ya que es un revestimiento que determina el estilo, el diseño e incluso la luz de una vivienda. Y después de muchos años de experiencia he detectado que muchos de mis clientes no conocen la variedad de suelos que se pueden encontrar en el mercado.

Esta decisión depende no sólo del aspecto estético y económico, sino que tenemos que tener en cuenta otros factores como el uso, la humedad, el tránsito o la durabilidad.

Así que hoy quiero resolver algunas de las dudas más comunes sobre tipos de revestimientos de suelo y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.

Y esta clasificación la voy a hacer según el material del que están fabricados estos revestimientos (madera, pvc, laminado o cerámico) y que son los más comunes para espacios domésticos.

Suelo de madera natural

Cuando hablamos de un parquét, de una tarima sobre rastreles o de una maciza, en todos los casos estamos hablando de un suelo de madera natural.

En unos casos la madera noble ocupa todo el espesor (los suelos tradicionales) y en otros casos es capa de madera que vemos es es sólo la superior y las inferiores son de otra procedencia, como pino o maderas de alta densidad (las que se fabrican hoy en día y que mejoran el soporte y resistencia)

Las ventajas pueden ser la apariencia, el tacto o la sensibilidad ecológica, puesto que es el único caso en el que el material es totalmente renovable y procedente de la naturaleza. Pero sus desventajas son el precio, el mantenimiento (necesitan acuchillado y cuidados continuos) y que no son aptos para todo tipo de ambientes.

Hoy en día están en desuso, puesto que hay maderas sintéticas con una apariencia prácticamente igual y que mejoran muchas de las debilidades del anterior.

Suelo laminado, sintético o tarima flotante

Se pueden llamar de diversas formas, pero todas hacen referencia a lo mismo: un suelo que imita madera. Y actualmente es el rey de los suelos, desbancando casi por completo a la madera natural, por las múltiples ventajas que ofrece.

Se trata de un revestimiento multicapa, generalmente todas ellas derivados de la madera, en la que la capa superior es una lámina impresa que imita las vetas de la madera. Se coloca fácilmente con un sistema de click en las juntas que le da una buena apariencia de superficie continua. Hoy en día hay tantas marcas y de tan alta calidad, que hay algunos modelos que incluso al tacto es muy difícil determinar si son madera natural o no.

Hay tantos modelos, colores, longitudes y espesores como fabricantes, por eso habréis oído hablar por ejemplo de AC4 ó AC5 que hacen referencia a la resistencia al tránsito para el que están indicados (siendo la clase AC4 suficiente para un espacio doméstico y el inmediatamente superior el indicado para comercios o restaurantes).

Claramente, sus ventajas son el precio, la fácil instalación y su versatilidad, pudiéndose utilizar para múltiples ambientes (baños, cocina, salones, etc), ya que en muchos de los casos el material interno es hidrófugo y se pueden incluso sellar las juntas para crear un espacio mucho más impermeable. ¡Por fin podemos poner suelo que imita madera en el baño!

Además, en casas con niños son muy aconsejables porque son muy duraderos y resisten todo tipo de golpes o manchas, que pueden ser fregados o incluso limpiados con productos químicos.

Las desventajas serían una pequeña carga electroestática (aunque cada vez hay más fabricantes que trabajan en que no la tengan) y que a veces las juntas se abren, ya que en ocasiones el suelo sobre el que se instalan no está nivelado y éstas acaban abriéndose, siendo necesario levantar todo el suelo para sustituir una sola lama.

Losetas de vinilo o pvc

En los últimos años al suelo laminado le ha salido un competidor, y es el suelo de PVC, que se puede encontrar en lamas de la misma dimensión que el anterior, pero con la diferencia de que tienen menos espesor y que las juntas no tienen sistema de click, sino que son rectas y por tanto se pega cada una de las losetas directamente al suelo.

La apariencia es en muchos casos igual que el anterior, siendo la capa superior una lámina impresa que imita a la madera y la capa inferior un derivado del PVC.

Las ventajas de los suelos de PVC, además de las del suelo laminado, podríamos añadir que son mucho más resistentes a la humedad, pudiendo instalarse sin tratamiento de juntas en baños y cocinas, que no tiene problemas de dilatación (al no contener ninguna capa de madera o similar) y que su reparación es más fácil, ya que para su sustitución no hace falta levantar todo el suelo sino que se puede despegar sólo la que esté mal y cambiarla (por la comentada diferencia entre las juntas).

Además, para reformas en las que no queremos elevar mucho el suelo ésta es una buena opción, ya que con escasos 6mm podemos dar un cambio de look sin tener que cambiar puertas de paso, por ejemplo, ni sobrecargar la estructura. Siendo también una buena elección para comercios y restaurantes, y por eso fue el elegido para la cafetería que hicimos en Madrid hace un año: Alayuela.

Las desventajas del suelo de PVC, como en el caso del suelo laminado, es que nunca será exactamente igual a una madera natural.

Solado cerámico o porcelánico

Aquí podríamos meter todos los revestimientos a base de baldosas, bien sean de gres, porcelánico o incluso de piedra.

La multitud de acabados, materiales, formas, resistencia es interminable, y según el uso del espacio en el que queramos ponerlo tendremos que elegir unos u otros.

Por poner un ejemplo y volviendo a los revestimientos de una vivienda normal, este tipo de acabados se suele dejar para cocinas, baños y espacios exteriores, ya que la sensación al tacto es mucho más fría que los otros materiales comentados anteriormente y su resistencia también es superior. 

Las ventajas de un suelo cerámico son su impermeabilidad, la resistencia al tránsito y a los fregados contínuos y que se trata del perfecto aliado de los suelos radiantes (poniéndose suelos cerámicos de imitación madera en toda la casa cuando se tiene este sistema de calefacción, ya que conduce mucho mejor el calor y hace de acumulador). Por el contrario, la desventaja clara es que son muy fríos al tacto y que dependiendo del espesor de las plaquetas pueden ser muy frágiles y romperse con determinados golpes secos.

Microcemento

El microcemento es un compuesto químico que usa como base el cemento tradicional para obtener un fino fluido con una gran dureza y flexibilidad.

Éstas dos características hacen del microcemento un producto ideal para ser aplicado en una gran variedad de superficies a modo de revestimiento. Su espesor ronda los 3mm y se adhiere perfectamente a muchos tipos de superficies, lo que lo hace muy útil para reformas o rehabilitaciones en las que no se quiere elevar mucho el suelo, reducir escombros y minimizar los plazos de ejecución.

No es poroso y su modo de aplicación es continuo, es decir, sin juntas ni cortes, por lo que obtenemos una superficie impermeable apta para suelos y paredes. El color se aplica en la masa mediante pigmentos y podemos elegir dentro de una gran gama de tonos, aunque los más habituales son los grises.

Hoy en día está muy de moda por su apariencia de estilo industrial, siendo muy utilizado sobre todo en cocinas y baños.

Por tanto, resumiendo, las ventajas podrían ser la dureza, la rapidez de instalación y la alta impermeabilidad. Y las desventajas el precio y el personal cualificado que se necesita para su instalación.

Después de este resumen de los revestimientos de suelos más utilizados en función de la composición, me quedaría añadir que no  hay un suelo mejor y peor, sino uno más adecuado o menos para cada espacio y sus necesidades.

De esta forma, si necesitas un suelo fresco para una casa de verano junto al mar, es más recomendable poner una baldosa cerámica que si la queremos para una casa en la montaña, en la que nos dará más confort térmico una madera natural.

O si por ejemplo necesitamos un suelo resistente para una vivienda con niños pequeños, como fue mi caso en la elección del suelo de la reforma de mi casa, en la que elegí este suelo laminado de Leroy Merlin que imitaba perfectamente la madera pero me permitía limpiar y fregar sin ningún tipo de mantenimiento ni cuidados extra.

Quién diría que no se trata de madera natural, ¿verdad?

Y si tenéis dudas, siempre podéis contactar con un profesional que os pueda asesorar y ayudar para elegir el suelo perfecto para vosotros.

Ya sabéis que si estáis pensando en hacer reforma en casa, yo puedo ayudaros. ¡No dudes en escribirme a arquitectura@monicadiago.com

¡Espero haberos ayudado!

Gracias por la visita y espero vuestros comentarios.

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5 comentarios
  1. Hola! Muchas gracias porque me has aclarado muchas dudas.
    Pero tengo una más. Que piensas de las moquetas vinilicas? Conozco solo las Bolom. Estoy pensando en cambiar el suelo del hall y salón y me ha encantado…..me parece diferente, moderno y acogedor.
    Sabes que ventajas y desventajas tiene?

    Gracias

  2. Hola,

    Gracias por el post. Muy esclarecedor. Me gustaría saber cuál es el suelo que has puesto en tu casa, es el Roble Arena? Me parece precioso.

    Gracias

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