¿Queréis hacer un mural fácil y divertido en el que puedan ayudar vuestros niños?
Hoy os enseño uno hecho a base de lápices de colores, en el que vosotros mismos podéis elegir los tonos y los degradados, para personalizarlo a vuestro gusto.
La base está hecha con un material acrílico transparente, que hace de soporte, y que además podemos ir ampliando para hacer el tamaño de mural a nuestro gusto.
¿A qué queda bonito?
Feliz jueves!!
Soy una maniática y los colores siempre los ordeno según la tonalidad, pero no sé si haría este mural. Es bonito verlo pero quizás poco práctico
La verdad es que es precioso. Me recuerda a los dibujos técnicos de la carrera a pinturilla…. Eso sí, si son de Faber barato no es…. jaja
un abrazo 😉
Desde luego, barato barato si es Faber, pues igual no… jejeje
Gracias por vuestros comentarios!!
La idea es genial. Me encantan la decoración que se puede cambiar según el animo. Pero que peligro! Ya me imagino mis hijos subido a las sillas para sacar ahí los lapices.