Reforma económica y práctica en Madrid

Al igual que hacía el otro día con la reforma en el Parque de Berlín, hoy quiero compartir con vosotros otro de mis últimos proyectos, y algunas ideas y consejos para que podáis aprovechar al máximo el espacio y el dinero.

En esta ocasión, el cliente se puso en contacto conmigo para enseñarme el piso y decirme que quería actualizarlo y renovarlo, pero no para él, sino para alquilarlo.

¿Esto qué quiere decir? Pues que los materiales y la calidad de los acabados tenían que ser duraderos, resistentes, pero a la vez económicos.

Sobre todo si tenemos en cuenta que el piso era grande y estaba ubicado en una zona muy céntrica de Madrid, por lo que además la apariencia tenía que ser también muy buena y con un toque elegante.

 

Lo primero que hago cuando comienzo una reforma, es preguntar al cliente que va a vivir ahí una serie de preguntas acerca de sus hábitos de vida.  “Cuántos van a vivir ahí, quién cocina en casa, si tienen niños, si trabajan en casa, cuántas veces al mes tienen invitados, si les gusta la lectura, etc…”  Con todo esto uno puede hacerse una idea del número de habitaciones, del tamaño de la cocina y de si se necesita office, si hace crear un despacho o hacer una habitación de invitados convertible, o de si necesitaremos diseñar una librería enorme o con una pequeña estantería nos será suficiente.

Todas estas preguntas son las que os tenéis que hacer vosotros siempre que vayáis a buscar un nuevo piso, alquilar una casa o reformar en la que vivís. Os ahorrará mucho tiempo y conseguiréis una vivienda mucho más práctica y acorde a vuestro estilo de vida.

Pero en mi caso, yo no sabía quién iba a ser mi cliente final, así que tuve que  responder yo sola a todas las preguntas y hacer una reforma teniendo en cuenta todas las posibilidades que se me planteaban, para que pudiera resultar una casa cómoda para muchos tipos de familias.

Para conseguirlo, y después de muchas vueltas con el plano y el lápiz, llegué a la siguiente distribución en planta: tres habitaciones en la zona de noche; una habitación cerca de la entrada que pudiera servir de despacho, habitación de invitados o de servicio; una cocina abierta con office con un panel corredero para poderse cerrar si es necesario y un hall abierto al salón con una cristalera que pudiera abrirse y cerrarse según el momento.

Y respecto a los acabados, todos en tonos neutros, suelo laminado de roble claro, alicatados hasta media altura en baños, materiales luminosos, encimeras en lugar de muebles de baño, y una cocina funcional, moderna pero lo más económica posible, dentro de las características que requería la vivienda.

Pero me faltaba algo, ese “wow” que le hiciera especial. En todos mis proyectos intento hacer algo que les caracterice, ese toque distintivo y aquí no podía ser menos.

Los que me conocéis o seguís en Instagram, sabréis que en este año he tenido la posibilidad de diseñar varias cristaleras de hierro, con cuarterones, de distintas formas y colores. Se han puesto muy de moda en las revistas de decoración y en los blogs de diseño escandinavo, aunque yo hace ya cuatro años que hice la primera, en una de mis primeras reformas, y que podréis recordar aquí.

Así que en esta casa también planteé colocar una separación de hierro, que pudiera abrirse completamente, parcialmente o cerrarse del todo, y que diera ese toque de distinción al hall, para que nada más entrar en la casa se notara que no era una casa más, que esa casa era una “casa diferente, elegante”. Y quería que eso fuera lo que vieran los inquilinos nada más entrar.

¿Quién no querría vivir en esta casa? Creo que yo sería capaz de vivir ahí, 😉

Fotografías de Lupe Clemente

Si vosotros también buscáis una casa funcional y bonita sin gastar mucho dinero, os recomiendo que sigáis los consejos que os he mostrado y lo lograréis.

Y si necesitáis la ayuda de un profesional, no dudéis con contactar conmigo y estaré encantada de escucharos. Escríbeme a arquitectura@monicadiago.com

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