Educar en positivo con el Kit de Protección de Educo

La maternidad me ha cambiado en muchas cosas, pero sobre todo en la manera de ver a los niños. Y no sólo a los míos.

Enseguida siento empatía y me pongo en el lugar de los niños (y sus madres) que sufren, que tienen un problema, que se sienten solos o desprotegidos,… Supongo que será el instinto natural o maternal, pero eso hace que me esfuerce y que intente ser mejor persona día a día.

Pero no es fácil. Y educar a nuestros hijos mucho menos. Muchas veces me encuentro a mi misma perdiendo la paciencia y gritándoles por alguna tontería, e inmediatamente me siento arrepentida e intento encauzar la discusión por otra vía menos agresiva. Los niños necesitan que les eduquemos desde el respeto y el cariño y eso, en ocasiones, se nos olvida a los que somos padres.

El otro día os hablaba del Kit de Protección de Educo y de cómo incluían algunos manuales muy prácticos para las familias. Y hoy os quiero enseñar uno en concreto que me ha parecido muy interesante: “La apasionante aventura de educar en positivo”.

 ¿Qué significa Educar en Positivo?

Educar en Positivo significa hacerlo sin recurrir a gritos, insultos, amenazas o humillaciones; ya que éstos castigos sólo causan dolor, tristeza, miedo y baja autoestima a los niños y niñas. Pero a su vez estableciendo una serie de normas y límites que deberían hacerse cumplir desde el respeto y el diálogo.

La familia es clave para formar personas responsables y comprometidas, y por eso crecer en un entorno familiar que les proporcione esa seguridad, amor y comprensión les asegurará un pleno desarrollo físico, emocional y social.

En resumen: RESPETO + AMOR + LÍMITES

Y para ello los padres necesitamos dotarnos de una buena dosis de paciencia, dedicación y esfuerzo. ¡Difícil pero no imposible!

Siempre he pensado que los niños no hacen lo que les dices que hagas sino lo que tú haces, así que nada mejor que convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos para ser modelo a seguir.

¿Y cuáles son las buenas prácticas para una Educación en Positivo?

A continuación veremos algunas herramientas que he sacado del manual de Educo que ayudarán a los padres en la apasionante tarea de educar a nuestros hijos:

  1. Aceptar incondicionalmente a nuestros hijos e hijas. Aunque nuestros hijos no sean como nosotros esperábamos que fueran, debemos aceptarlos con sus características y peculiaridades. Cada uno es diferente y hay que quererlo como tal, demostrándoles que les queremos y que estamos orgullosos de ser sus padres
  1. Proporcionar y expresar amor y afecto. Si nuestros hijos se sienten queridos y aceptados dentro de la familia, se sentirán seguros para afrontar la vida. Así que dentro de la peculiaridad de cada situación de familia y pareja, es importante que la relación con nuestros hijos no se vea afectada. Ellos nos necesitan física y emocionalmente.
  1. Establecer límites razonables. Una de las formas básicas de aprendizaje es la imitación, así que gritarles no va a enseñarles a negociar entre ellos, compartir o respetarse. Es importante acostumbrarnos a reconocerles las cosas que hacen bien, ya que es más eficaz que prestar atención sólo a las que hacen mal, y hablarles en positivo.
  2. Respetar su derecho al juego. El juego es un elemento esencial para el desarrollo de los niños y niñas y forma parte de su crecimiento, igual que el comer o el dormir. Deben poder jugar sin estar sometidos continuamente al control de los adultos y debemos dejarles divertirse libremente (sin pensar en si se manchan, por ejemplo).
  1. Respetar y fomentar su autonomía. Los niños suelen querer hacer las cosas por sí solos, aunque a veces se equivoquen, rompan algo o lo hagan mal. Nuestra actitud debería ser de ánimo, apoyo y paciencia para que aprendan y mejoren día a día; pero sin sobreproteger, ya que entonces les enseñamos a depender de nosotros.
  1. Protegerles de los riesgos reales o imaginarios. La protección implica dotar a los niños y niñas de los conocimientos y habilidades necesarias para poder afrontar los miedos de forma adecuada. Lo importante es enseñarles a reconocer esos riegos y evitar posibles peligros.
  1. Ofrecer una imagen positiva de la sexualidad basada en el respeto. Los niños expresan su sexualidad a través del conocimiento de su cuerpo y el de los demás. Debemos hacerles apreciar que su cuerpo es bonito y que no existen zonas feas o malas, para que no sientan culpabilidad por las sensaciones que puedan experimentar. La sexualidad es positiva siempre y cuando sea libre, consciente y basada en el respeto.
  1. Fomentar la comunicación y la empatía. Para tener una buena relación es imprescindible una buena comunicación. Nuestros hijos deben sentirse escuchados y aceptados cuando hablan con nosotros, para aumentar su seguridad y que quieran acudir después a nosotros a contarnos sus problemas.
  1. Promover la participación. Compartir las decisiones en familia es importante para que nuestros hijos sean cada vez más responsables y participativos.

La Convención de los Derechos del niño recoge que los niños y niñas tienen derecho a participar en la toma de decisiones de los asuntos que les afecten directamente.

  1. Dedicarles tiempo y atención. Nuestros hijos necesitan tiempo compartido, de afecto y atención, pero también límites, para mejorar los vínculos afectivos, la autoestima y la comunicación con los adultos. Una de las mejores maneras de compartir dicho tiempo es a través del juego y haciéndoles partícipes de las tareas de la vida cotidiana.

Si tomamos estas claves y herramientas para nuestra vida diaria, estaremos fomentando que nuestros hijos crezcan en un ambiente familiar basado en el respeto y el cariño, y eso repercutirá en su educación.
En esta guía de “Educación en Positivo” está basada el cuento “Cómo cazar sombras”, de Elisenda González y dibujado por ED, que también viene incluido en el Kit de Protección de Educo. Concretamente en el capítulo de convivencia.

En él, a través de una niña llamada Daniela y de unas ilustraciones muy divertidas, nos van enseñando las claves para detectar problemas de convivencia, tales como: soledad, culpa, humillación, violencia verbal o inseguridad (las sombras) y saber hacerlas desaparecer (cómo cazarlas para que no crezcan).

Esta metáfora funciona muy bien para contar el cuento a niños entre 6 y 12 años y que sean ellos mismos los que detecten estos problemas entre sus amigos del colegio, para poder pedir ayuda.

¡Yo estoy deseando poder usar muchos de los juegos y cuentos que vienen en el kit con Martín!

Igual muchos de estos puntos que hemos comentado os resultan obvios, pero a veces en la rutina del día a día y con nuestros respectivos trabajos conviene que nos recuerden que lo verdaderamente importante se resume en pasar tiempo de calidad y amor con nuestros hijos.

Sólo tenemos que buscar qué cosas nos unen para poder hacerlo juntos.

Y por último, recordaros que si os han parecido interesantes estas claves para la convivencia en familia, podéis encontrar muchos manuales más dentro del Kit de Protección Infantil de Educo que podéis adquirir aquí.

¡Muchas gracias por la visita y espero que os haya gustado!

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