El otro día veíamos cómo estampar con la goma de un lápiz sobre un jersey, para poder darle una segunda vida.
Pues hoy volvemos al mismo sistema para estampar usando la parte trasera de los lápices de toda la vida; pero para dar una segunda oportunidad a unas “aburridas” servilletas, convirtiéndolas en unas primaverales servilletas decoradas a mano.
Pero lo curioso de todo es que en esta ocasión no usamos tintas para estampar, sino que hacemos el proceso inverso: blanqueamos con lejía.
Aunque es una manualidad muy fácil y sencilla, la lejía es peligrosa, así que tenéis que tener cuidado con su manipulación, y sobre todo ojo si lo hacéis con vuestros niños.
Ya que por fin ha llegado el buen tiempo, es una forma original de tener unas servilletas bonitas para los picnic o para las comidas en las terrazas. ¿Verdad?
¡Que tengáis feliz fin de semana!
No lo conocía y me ha encantado! Además el resultado es vintage y entrañable, coma las mantelerías de nuestras madres. Yo a la mía suelo rogarle que me “preste” alguna cuando abre ese cajón de la cómoda 🙂
Me encanta la idea!! La tengo que probar (no sé cuando lo haré, pero de verdad que lo hago y te lo cuento. Lo meto en la maleta de las cosas pendientes)
Gracias por la idea.
Confeti en los bolsillos
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Padrísimo… Se me antoja p.los pantalones de mesclilla…