Cómo hacer la taza más divertida para el desayuno

A mi Instagram  me crea muchas necesidades… Después de mi wishlist cumpleañera, donde muchas de esas cosas las fui encontrando a través de esa red social, ahora llega otro objeto de deseo: la taza con carita sonriente.

La descubrí gracias a María Calcetines, cuya galería es bonitismo puro, y después de enamorarme de ella, leí que la había comprado en la tienda Tiger. Pero yo por más que busqué y rebusqué no la encontré, así que como yo un poquito cabezota, me dije, “pues me la hago yo, ¡hale!”.

Ya había practicado pintando tazas unos meses antes, así que sólo tuve que comprar rotuladores de porcelana de colores, y buscar una triste taza lisa y aburrida de mi casa.

Bien cerquita la foto como modelo para copiarla… ¡Y manos a la obra!

Unos ojitos por aquí, una boquita por allá, y mi taza sonriente para darme los buenos días terminada.

¿Qué os parece?

Le he cogido el gustito a esto de pintar cerámica, así que no descarto la posibilidad de dar una segunda vida a toda mi vajilla… 😉

 

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