Hace días que disfrutamos de un fin de semana en el campo, en Monte Cutamilla, y aún tengo esa bonita experiencia y el recuerdo grabado en mi mente. ¡Estamos deseando repetir!
Y todavía tenía pendiente compartir con vosotros la segunda parte de mi crónica. Esa en la que os enseño las instantáneas que logramos hacer a los peques en una sesión de fotos muy divertida y campestre.
Las niñas se lo pasaron en grande con las coronas y las varitas de tela de TipiToo, tanto, que no hizo falta animarles mucho para que fueran con ellas corriendo por toda la finca, buscando animales a los que convertir en apuestos príncipes… 😉
Me encanta la imagen de algunas de las más mayores vestidas de princesas llamando a las vacas desde la cerca de madera.
Pero con los bebés… ¡Ay con ellos no fue tan fácil! Y eso que para que estuvieran cómodos, les pusimos un tipi, cojines y una alfombra de Bel and Soph. Pero nada, uno corría y se salía del encuadre, otro se asustaba y alguno que otro lloraba con tanta gente mirándoles y haciéndoles fotos (imaginad a ocho mamás con la cámara enfrente)…
A pesar de eso, alguna que otra foto pudimos hacer.
De hecho, Martín se lo pasó pipa dentro de la cesta de rafia. Prefirió eso a quedarse quieto y sentadito posando, al igual que Guille. ¡Vaya par de gamberretes!
Y por último, a los más animados les vestimos con unos disfraces de animales de Bel and Soph, para mimetizarlos con el ambiente, y fue muy divertido verlos campar a sus anchas por todo la finca. Creían que eran una cebra y un oso auténtico. ¡Casi no les podemos quitar el traje para la cena!
Así que os dejo con las fotitos que pude sacar, y espero que me perdonéis la calidad, porque si hacer fotos de un niño es difícil, ni te cuento lo que es hacerlas de un grupo de cinco ó seis. Y si os perdisteis el primer post y queréis ver quiénes fueron mis compañeras de aventuras, podéis volver a leerlo aquí.
¡Espero que os gusten!
me encantan la fotos, están todos preciosos!!!
Gracias Almudena!!
Mua!!