Si las tarjetas de visita ya nos las podemos hacer nosotros mismos, ¿por qué no podemos hacer también las invitaciones de boda?
Si tenéis un poco de mañana con el Photoshop podéis hacer un diseño sencillito, y luego personalizarlo a vuestra manera. Para esto, tenéis miles de ideas para elegir: usar washi tape en alguna parte de la invitación, atar las tarjetas con una puntilla, perforar con las troqueladoras alguna forma bonita, o meter un ramillete de flores con una cuerda rústica.
Y si el diseño por ordenador no es vuestro fuerte, también podéis hacer el encargo de una invitación a algún profesional que os las diseñe, y encargaros vosotros de esa personalización. Si tenéis tiempo, seguro que os ahorráis un dinerillo, y encima con esa satisfacción que producen las cosas hechas a mano y con mimo.
¿Qué no tenéis ni idea de photoshop y encima no tenéis mucho presupuesto? Pues aquí os muestro la última propuesta, la que he utilizado yo para esta invitación DIY.
Te propongo que te descargues una invitación gratuita de internet, personalizándola a tu gusto con los colores y nombres, y luego le des el acabado final a tu manera. Yo en este caso he utilizado una tela de algodón y una cinta a juego, ¡que me encanta!
¿A que le da un acabado rústico muy bonito? Sencillo y económico, ¿qué más quieres?
En este caso, la invitación la he descargado de la página WeddingChicks, que tiene auténticas maravillas.
¡¡Espero que os guste!!
Te han quedado sensacional, yo también he cogido un diseño de esa pagina para hacer las de mi hermana y la verdad es que esta super contenta.