Este pasado puente del Pilar pude disfrutar de unos días en familia en la costa de Alicante. Volvimos a elegir el pueblo costero de Dénia porque habíamos estado hace unos meses, antes de las vacaciones y lo habíamos pasado genial.
Aquí os contaba algunos planes para hacer en Dénia, y en esta ocasión quisimos repetir algunos de esos (como pasear por la playa o comer en Cala Bandida), pero también añadir otros nuevos a la lista. Y esos son los que hoy quiero compartir con vosotros.
¿Quieres conocer Dénia en familia?
- Subir en el trenecito hasta el Castillo de Dénia
Vale, sé que de primeras os va a parecer un poco turístico, y quizás lo sea, ya que es un trenecito que da un pequeño paso por el pueblo y luego te sube hasta el Castillo. Pero si vas con niños, como era nuestro caso, fue un plan perfecto y muy divertido.
La subida la hicimos andando, dimos un paseo por el castillo y los alrededores, donde los niños jugaron y se lo pasaron en grande. Una vez arriba, todos estaban ya agotados, y de repente vimos el tren que se disponía a emprender el camino de bajada, así que lo utilizamos sólo en esta dirección y para ellos fue muy divertido. Tanto para mis sobrinas de siete años, que ya son conscientes e iban mirándolo todo, como para los bebés que se divertían sólo por ser la novedad y por ir en un medio de transporte diferente.
- Callejear por el centro y tomar algún pincho en la calle Loreto
Algo bueno que tiene Dénia y que no tienen otros pueblos de la costa, es que es un pueblo pueblo. Que no sólo vive del mar, sino que cuando no hay sol y playa, la gente sigue viviendo y haciendo vida como en cualquier otro sitio de interior.
Y eso se nota en sus calles, en el ambiente que hay incluso cuando no hace bueno, en las callejuelas que tiene, y en la cantidad de tiendas y restaurantes que te puedes encontrar.
Siempre que viajo me gusta perderme por las calles y durante unos minutos ir sin guía ni mapa, para descubrir rincones con encanto. Eso también lo hicimos aquí, y así llegamos a las calles que dan acceso a la subida del castillo, donde los niños corretearon y aprovechamos para poder hacerles fotos como éstas.
Una de las mejores calles para tapear e ir de pinchos es la calle Loreto, donde casi nos fue imposible encontrar una mesa libre para comer o cenar, y con un montón de sitios monísimos para reponer fuerzas.
- Un paseo en bicicleta por Las Rotas.
Hacía mucho mucho tiempo que no montaba en bicicleta, y yo no soy muy de hacer deporte, pero la verdad es que la idea de alquilar un par de bicis salió de mi al ver el paseo tan bonito que sale desde el Club Naútico de Dénia por la costa hacia el sureste.
Lo comenzamos a hacer andando y enseguida vimos que sería un planazo poder hacerlo en bici, los tres juntos, porque así pudimos llegar hasta los distintos bares con vistas preciosas que salpican Las Rotas, y que andando no te daría tiempo (a no ser que estés todo el día entero de caminata). A Martín lo llevamos en la sillita para bebés de atrás y ¡se quedó frito con el traqueteo!
Totalmente plano (para los perezosos), paralelo a las rocas, mirando el mar y tomando la brisa. Según lo estoy escribiendo ya me apetece volver a repetir… Además, no hay problema en alquilar bicis, ya que hay multitud de sitios en el centro del pueblo y cerca de la playa con este servicio.
Vamos, que no hay excusa para no hacerlo en familia o solos.
- Comer en el chiringuito Primera Línea
¿Y qué sería de un sitio de playa sin un chiringuito de playa? Aunque éste, por mucho que en el cartel ponga “chiringuito”; nada tiene que ver con éstos.
Más bien diríamos que es un restaurante con mucho encanto, mesas con mantel, sillas bonitas, cubertería cuidada y contraventanas pintadas en color menta (¡preciosas!). Lo que pasa que se puede acceder tanto desde la carretera de Les Marines como desde la playa, de ahí su nombre.
La comida rica, la calidad muy buena, el sitio precioso, pero es que además tienen una zona de juegos para niños que no pudo venirnos mejor. Mientras hacían la paella los peques se lo pasaron en grande jugando a las cocinitas, en el tobogán y en el caballito, todo al aire libre, y para bien que nos trajeron la comida ni nos habíamos enterado de que estábamos con ellos.
Fue una recomendación de un amigo y no pudo acertar más.
- Admirar las vistas desde Cabo San Antonio
Y por último, no os podéis perder la subida al Cabo de San Antonio, desde donde se aprecian unas vistas espectaculares de Jávea y del mediterráneo.
Es cierto que la carretera es un poco sinuosa, por si hay alguien al que las curvas no le sienten muy bien, pero merece la pena tanto el paisaje como poder darte un paseo por los alrededores.
Además si te gustan los deportes y la naturaleza, es el lugar perfecto para poder andar, o hacer trekking. Eso yo me lo guardo para la siguiente ocasión, cuando le coja el ritmo a la bicicleta… 😉
Lo bueno de todos estos planes en Dénia es que no hace falta que sea verano o que haga calor, sino que en cualquier época del año podrás disfrutar de todos los que os propongo.
Ya sabemos que si hace sol, el mar y la playa ganan con goleada al resto de planes, así que aquí tenemos la alternativa para los días de otoño o de primavera.
Wowwww!!!
Planazo!!! Me lo anoto para hacer una escapadita con la family porque me ha enamorado 🙂 No voy a Denia desde que era pequeña y creo que sería un buen momento para rememorar viejos tiempos.
Gracias Mónica!!
Bs,
Rocío