Hace unos días os enseñaba cómo había decorado mi habitación de matrimonio para la llegada del bebé. Pero lo que no visteis es la parte más importante: la cuna.
Y es que con esto de ser el segundo hijo, hemos ido mucho más retrasados en todo, y el montaje de la cuna lo dejamos para la última semana, unos días antes de que Elisa llegara al mundo. ¡Casi nos pilla el toro!
Con mi anterior hijo tuve una mini cuna normal que me prestó mi cuñada. Al ser madre primeriza hay muchas cosas que no valoras o a las que no prestas atención, y con esa cunita me era suficiente para dormir a mi bebé (o maldormir en nuestro caso, ya que nos dio unas noches horrorosas).
Pero después de esa primera experiencia, tenía claro dos cosas: que quería tener a mi bebé cerca para poder verle y para darle el pecho sin tener que levantarme.
Así que cuando desde Chicco me propusieron probar su cuna colecho, me pareció una buena idea, ya que garantizaba esas dos premisas, gracias a su lateral móvil.
Tiene un sencillo sistema de cremallera que permite bajar o subir el lateral de tela fácilmente. De esta forma puedes ponerla junto a la cama, y tener al bebé pegadito a ti, o puedes subirla y usarla como una cuna normal, a la vez que lo ves a través de la rejilla de tela. Y no sólo eso, sino que las patas permiten varias posiciones, por lo que se adapta a cualquier altura e incluso ponerla un poquito inclinada para los bebés que sufren reflujos o cólicos.
¡Ay que bien me hubiera venido con Martín! El pobre tuvo de todo, por lo que acabé llevándolo a su propia habitación con sólo un mesecito para que me dejara dormir entre toma y toma… L
En este caso parece que me ha salido más tranquila y con algún problema de gasecillos, pero no tan fuerte como los cólicos, así que con reclinar la cuna un poquito y balancearla, mi pequeñina se queda fácilmente dormida.
Y como ya sabéis que soy una obsesionada de la decoración, quería tener una cuna práctica pero también bonita. Me gusta que las cosas cumplan su función pero con un toque de diseño. Así que en este caso elegí el color gris clarito, que creo combina a la perfección con el resto de la habitación, sin parecer una habitación infantil.
Quería que siguiera siendo nuestra habitación de pareja, pero adaptada al bebé, y creo que lo hemos conseguido. Tiene un toque dulce y sosegado que me encanta.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Cuál es vuestra experiencia con las cunas y los bebés?
SI queréis ver el resto de la habitación, podéis pinchar aquí.
Me encanta, ojalá la hubiera comprado con los míos, la verdad que viene bien sobretodo cuando son tan guerreros por la noche
Y bonita también lo es
Elisa está preciosa
Muaaaa
Interesante articulo . Aprendo algo con cada sito web todos los días. Siempre es grato poder leer el contenido de otros escritores. Osaría usar algo de tu articulo en mi blog, naturalmente pondré un enlace , si no te importa. Gracias por compartir.
La cuna me ha parecido superpráctica, pero a decir verdad lo que me ha gustado es la decoración de la habitación, y sobre todo lo luminosa que es. El bebé se nota que está muy agusto. Que envidia sana, de verdad. 🙂